La investigación liderada por el académico Roberto Nespolo plantea que, por ejemplo, un astronauta de 1,70 metros debería pesar 200 kilos aproximadamente.Getty Images | Referencial
En el Ciudadano ADN conversaron con Roberto Nespolo, académico de la Universidad Austral y uno de los autores de un estudio que dice que los astronautas deberían ser obesos para hibernar en viajes largos.
La investigación ha tenido un impacto a nivel mundial en el área de la astronomía. ¿Cómo se originó? De acuerdo a Roberto Nespolo fue durante el año pasado, cuando él se encontraba analizando el ahorro energético del monito del monte durante su hibernación.
“Empezamos a estimar este ahorro energético en kilo y calorías. Justo había salido en Netflix la película Passengers, en donde hay un viaje espacial de 120 años. Uno de los pasajeros despierta por error y le quedaban 90 años de viaje”, señaló el investigador.
En esa misma línea, Nespolo añadió que a partir de eso, se puso a calcular que “si un ser humano hibernara como estos animales, cuánto sería el ahorro, cuánto duraría y cómo lo podríamos alimentar”.
“Como los hibernantes utilizan la grasa corporal exclusivamente durante la hibernación en que no comen, para 90 años tendríamos que tener unos 200 kilos extra solamente de grasa corporal”, explicó el científico en conversación con el Ciudadano ADN sobre el estudio que propone que los astronautas deberían ser obesos.
Apuntes de esta investigación científica
Uno de los datos interesantes que plantea el estudio dirigido por Nespolo. Por ejemplo, que una persona de 1,70 metros de altura debería tener 200 kilos de peso. Sin embargo, de acuerdo al investigador eso es solo una parte del tema, ya que “hay un montón de otros desafíos complejos”.
“Por ejemplo, los hibernantes naturales no pasan más de unos cuantos meses en este estado hipometabólico y despiertan entremedio. Hay una serie de otros problemas: ¿cómo mantienes a estas personas en hibernación? Obviamente 90 años es imposible, pero sí podrían ser meses, por ejemplo, en un viaje a marte”, señaló.
A lo anterior el director del Núcleo Milenio Patagonian Limit-of-Life (LiLi) añadió que “ahí nos pusimos a discutir las diversas limitaciones que existen en esta posible aplicación de la hibernación natural en los seres humanos”.
El posible gasto energético
De acuerdo a Nespolo, “un ser humano solo por estar despierto, va a gastar unas 3 mil kilocalorías por día”.
“Un hibernante natural, como el monito del monte, el murciélago o la marmota, llega a ahorrar el 98% de la energías. O sea, gastarías de esas 3 mil kilocalorías, unas 300. Con ese gasto energético, 20 personas consumirían la energía que consume una persona despierta”, aseguró.