Con nota unánime 7.0 el nuevo Magíster en Ecología Aplicada de la Universidad Austral de Chile, estudió las dos especies conocidas del monito del monte, presentes desde la región del Maule a Futaleufú, en Aysén.
Con pasión y seguridad Carlos Mejías cuenta detalles de su investigación que le permitió alcanzar el grado de Magíster. Del cuerpo académico que evaluó la tesis, y los alcances del estudio no dudaron en hacer ver que la investigación se acercaba más a un estudio doctoral. Prueba de ello, Mejías publicó dos papers en revistas científicas de alto impacto, y un tercero se encuentra en proceso, estos son los números que demuestran la pasión por el tema y la dedicación del joven investigador.
Con justa razón contó con el apoyo del Instituto Milenio de Biología Integrativa (iBio), el Centro de Ecología Aplicada y Sostenibilidad (CAPES UC), el Núcleo Milenio: Límite de la vida Patagónica: restricciones ambientales en genética y ecofisiología (Núcleo LiLi), y el Fondecyt Regular 1221073 dirigido por su profesor patrocinante el Dr. Roberto Nespolo, un experto en todo lo que tenga que ver con el monito del monte en el país.
Su tesis se dividió en tres capítulos y, en ellos logró plasmar nuevos conocimientos del famoso marsupial, conocido como monito del monte, especialmente en su capacidad de hibernar.
“El monito es un hibernante flexible, esto quiere decir, que puede hacer hibernación o sopor. Siempre se había descrito que, el monito podría hibernar hasta cinco días, pero confirmamos en este estudio que lo hace hasta 12 días, esto sucede cuando la temperatura baja más, esto es un récord que bate el monito en comparación a todos los hibernantes del hemisferio sur, y lo vimos en condiciones naturales” explicó el reciente magíster.
Del trabajo de título de Mejías, se pueden destacar tres grandes resultados. En el estudio logró confirmar que, el monito del monte presenta una alta densidad de individuos en los bosques, contabilizando 9.3 individuos por hectáreas; también Carlos logró reportar una considerable, ya que logra avanzar verticalmente a 3.6 km/h; y como último avance en el conocimiento, logró determinar que la especie está presente en Altos de Lircay a 120 km más al norte de lo que se tenía registro. “Podríamos decir que el monito del monte podría ser el más abundante en los bosques de Chile”, asegura Carlos, indicando que estas mediciones son favorecidas cuando no hay ratadas.
“Lo que realicé para calcular la densidad fue instalar 141 trampas a 2 metros de altura del suelo”, recuerda Mejías. La suma de las trampas abarcó un total de 1.5 hectáreas muestreadas. Respecto a la velocidad, explica que esta les sirve a los monitos del monte para desplazarse en la cobertura vegetal varias veces durante una noche.
Otro resultado de impacto es que Carlos, guiado por el Dr. Roberto Nespolo, director del Núcleo Milenio LiLi e investigador Asociado del Instituto Milenio de Biología Integrativa (iBio), lograron medir la temperatura corporal de monitos del monte en su hábitat, confirmando así la temperatura más baja registrada, la cual alcanzó los -0.2°C y un total de 12 días de sopor.
“El monito del monte se transforma en un modelo único para el estudio de la depresión metabólica”, explica el nuevo magíster. Según sus análisis, la información alcanzada permitirá por un lado la realización de nuevos modelos para el estudio de la depresión metabólica natural, y el desarrollo de técnicas biomédicas que permitan la inducción del sopor en tejidos humanos en caso de enfermedades o incluso, viajes espaciales.
Para lograr las mediciones, Mejías utilizó resonancia magnética cuantitativa, con ella determinó la grasa corporal y la composición corporal de los monitos en hibernación, por un periodo de 31 días en pleno invierno.
Finalmente, Carlos Mejías dijo que, está muy contento por lo realizado y también agradece, especialmente al Dr. Roberto Nespolo, a su familia, amigos y compañeros de laboratorio, que se han convertido en una familia en Valdivia.